Estas vacaciones necesitaba relajarme, salir de lo cotidiano y contactar de nuevo con el mar. Fui con la firme intención de no planificar más que lo imprescindible, y dejarme llevar. Se puede decir que me dediqué a observar el paisaje, a sentir la sensación de un baño en aguas cristalinas, a ver pasar las pocas nubes del cielo menorquín, a perseguir pececillos para mirarlos de cerca con mis gafas y tubo de Snorkel y a jugar a quitar residuos plásticos de la arena. En esta entrada te cuento las calas que visitado de Menorca y su afluencia en temporada alta.
Cala Roja, en el norte de Menorca |