La primera sensación al encontrar (que nos llevó un buen ratillo debido a las laberínticas a la par que encantadoras calles de Nauplia) fue de vagancia. Unas largas escaleras para subir maleta en mano.
Lo más gracioso del momento maletas, fue que llegamos con nuestra furgo alquilada, y el chico del grupo las bajo todas y se fue a aparcar, ante la mirada estupefacta de dos señoras en bata que nos miraban con ojos de " menudas pijas hijas de papa que se traen hasta un chofer" (si ustedes supieran señoras...).
Después de lo encontrado en Atenas al abrir las puertas de nuestras habitaciones, encontrar este hotel fue todo un alivio. La gran frase al entrar en el baño fue "¡ La ducha tiene mampara! además de mampara tenía presión, ventana, ventilación, limpieza....ahhhh todo un lujo de 2 metros cuadrados.
En la habitación había de todo: teléfono, terraza, calefacción, armario, lugar donde poner las maletas...colchones cómodos.
Elegimos un habitación cuádruple para las chicas, ya que era bastante amplia y solo íbamos a pasar la noche, y un individual para nuestro chico del viaje.
Una de las partes que mas me ha gustado de este hotel, fue su balcón, con vistas a todos los tejados de la parte baja de Nauplia, un templo muy muy antiguo a mi derecha y justo enfrente una iglesia. Un rincón de lo más auténtico y relajante. ( Sobre todo si no te dan miedo los murciélagos...jaja).
¡ NO ME DIGAÍS QUE NO ES ENCANTANDORA!!
En cuanto al servicio y la atención del hotel, lo poco que sé es el tratro recibido que fue amable y el chico de recepción hablaba bien el inglés. Pero nada más, pues pagamos, usamos la habitación y nos fuimos.
http://www.byronhotel.gr/profile.htm
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