Día 2: Miércoles 20 de mayo de 2009. Sietes - Llames de Parres. 35 Km
Después de una fría noche, y un desayuno raro ( aquel señor no tenía espíritu) emprendemos camino por carretera hasta Anayo, con agujetas y dolor. Pasamos por Borines y bebimos agua de Borines, que no de Bezoya, ni de Bezanes.
Después de una fría noche, y un desayuno raro ( aquel señor no tenía espíritu) emprendemos camino por carretera hasta Anayo, con agujetas y dolor. Pasamos por Borines y bebimos agua de Borines, que no de Bezoya, ni de Bezanes.
Tomamos el tentempié del medio día en un soportal de la iglesia de Vallobal y pasamos por Miyares un pueblo con muchos palacetes.
Ya en Sorribes contemplamos la montaña del Sueve y unas bonitas casas rústicas. Al bajar nos encontramos una encrucijada, como tantas otras, sin señalizar y con una flecha mal puesta, blanca a la izquierda y de repente apareció Paco, un conocido de Paula (como si de nuestro Gandalf particular se tratara) , y nos dijo que íbamos 50 m. de más mal, dimos la vuelta y un duro ascenso hasta Llames de Parres, un pueblo que es de todo, menos concentrado, nos hizo llegar agotadas a nuestro destino, pero con mucha diferencia respecto a otros caminantes según la propietaria del alojamiento. A todo esto suplicamos por un pincho que nos hicieron finalmente de lomo y una coca cola, la mejor de nuestra vida y ya fuimos a ducharnos, descansar un poquito , en nuestra habitación con olor a cucho, pero muy bien decorada. Y limpia. Y luego a hacer unas fotos por el pueblo, la iglesia y aquí estamos contándolo al lado de la Iglesia de San Martín de Escoto.
continuará....
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